Mi nombre
es Rocío, tengo 19 años y nací el 18 de febrero de 1996. Este año es mi primer
año de universidad y estoy muy ilusionada. Mis estudios comenzaron en el
colegio Montpellier con dos años. Mis notas fueron bien a excepción de cuarto
de la eso, ya que por motivos relativos a una enfermedad perdí mucho tiempo y
tuve que repetir. Pero a partir de ahí, mis calificaciones volvieron a ser las
mismas de entonces. En segundo de bachillerato mis notas bajaron, pero saqué el
curso adelante e hice selectividad en junio. En cuanto a los niños, siempre
tuve muy claro que me gustaban los niños, y siempre que podía estaba con ellos.
La primera oportunidad que tuve para estar con niños fue el verano de tercero
de secundaria. En mi colegio hay un campamento urbano, y tuve la suerte de
poder ayudar a los monitores, viendo que eso me gustaba. Al verano siguiente
también participé y tuve la suerte de adquirir pequeñas responsabilidades que
para mí significaban muchísimo. Con 17 años me apunte a un voluntariado con
niños, que consistía básicamente en hacer los deberes con ellos y luego jugar.
Estos niños no tienen recursos y si no fuera por los voluntarios, no podrían
sacar su futuro adelante. Así mismo, ese año me ofrecieron en la parroquia
comenzar a ser parte del equipo de monitores del cual ahora pertenezco desde
hace tres años ya.
En mi
vida también ha influenciado mucho las actividades que practico.
Desde pequeña he hecho clásico español en el colegio, y a día de hoy aún
sigo aprendiendo. Otra actividad que practico es el patinaje artístico sobre
hielo. Llevo practicándolo desde hace ya muchos años, y me encanta. Cada vez
que patino, me siento muy a gusto y me ayuda a olvidarme de todo lo que me
rodea. Por ello me he convertido en monitora de cumpleaños en el palacio de
hielo. Es una forma de unir dos cosas que me encantan, los niños y el patinaje.
Ahora me
enfrento a un nuevo cambio, ya que empiezo la universidad. Eso significa
abandonar todo lo anterior a lo que estaba acostumbrada y empezar en un sitio
nuevo con gente nueva y diferente. Ahora mismo soy universitaria y esto supone
comenzar a enfocar mi vida a lo que me quiero dedicar y especializarme en ese
aspecto. Me enfrento con muchas ganas a la carrera ya que tengo amigas que
están haciendo lo mismo que yo y me han contado muchas cosas acerca de las
asignaturas que me llaman la atención. Creo que tengo una oportunidad para
absorber nuevos conocimientos que utilizaré para que los pequeños puedan
aprender todo lo que necesitan.